sUDÁFRICA 2010, aNATOMÍA dE uN mUNDIAL dE fÚTBOL

GRUPO C

INGLATERRA 1 (Gerrard)
ESTADOS UNIDOS 1 (Dempsey)

LA MANO DEL DIABLO

Inglaterra, con el experimentado y ganador Fabio Capello en el banco, tenía la misión de demostrar en la cancha que estaba de vuelta después de la decepción de hace dos años cuando no se clasificó a la Eurocopa. Por eso, en este debut mundialista ante Estados Unidos, los europeos iban por una victoria pero también por el buen juego para que su calidad no se restrinja sólo a sus nombres. No se les dio ninguna de las dos.

En el inicio el destino les hizo un guiño muy rápidamente cuando pasados los tres minutos su capitán, Steven Gerrard, encontró el gol después de una jugada colectiva que comenzó con un lateral ofensivo en la derecha para Terry, quien tocó para Heskey y finalmente habilitó a Gerrard para poner el 1-0.

Los estadounidenses, aún sorprendidos por el gol más rápido -por ahora- de Sudáfrica 2010, se hacían espacio hacia el arco de Green por intermedio de su figura y eje de su ofensiva, Landon Donovan, encargado de cada pelota parada. Así, desde un córner y luego desde un tiro libre, el 10 le puso la pelota a la cabeza de Onyewu, quien en ambas oportunidades definió desviado.

Cansado de no encontrar respuestas en su equipo, el italiano Capello hizo un cambio cuando apenas se habían cumplido los 30 minutos de juego. Wright-Phillips, compañero de Carlos Tevez en el Manchester City, ingresó por Milner, de flojo primer tiempo pero a quien Capello no le dio ni la oportunidad de mejorar. Pese a la modificación, Inglaterra no llegó con fuerza nuevamente al arco de Howard y, para colmo, Estados Unidos se encontró con un regalo de Green que le permitió irse al descanso con un empate. Es que el arquero inglés no pudo contener el disparo suave de la zurda de Dempsey y le dio así un poco de aire a su rival de cara al segundo tiempo.

Allí, Inglaterra salió decidido a marcar la ventaja. A los cinco minutos, Rooney tuvo la chance tras una jugada individual que un defensor sacó en la línea, pero el árbitro invalidó todo por posición adelantada. Un minuto después, Heskey probó al arco pero Howard contuvo muy seguro con ambas manos.

Pisando los 20 minutos el dominio seguía siendo inglés y fue Lampard quien casi marca desde afuera del área, aunque nuevamente se interpuso entre su pierna y la red para sacar la pelota al córner. Unos instantes después se lo perdió Johnson, cuyo disparo se fue rozando el segundo palo tras un tiro de esquina.

Estados Unidos intentaba defenderse pero sólo la aparición de Howard evitaba que su equipo se retirara sin puntos de la cancha. Crouch fue el intento de Capello para que en los últimos diez minutos apareciera un cabezazo salvador, pero lejos estuvo de eso el Gigante, quien apenas contó con una chance a tres minutos del final. En el descuento tampoco Inglaterra encontró el gol y terminó penando porque dejó escapar dos puntos vitales en el grupo C.

Perlitas:

La televisión inglesa transmitía el partido Inglaterra - Estados Unidos y al suponer que el juego recién empezaba y aún no habían posibilidades de nada, pasaron uno de esos comerciales cortos (sí, en este caso se trata de uno de Hyundai, en el que se enfrentan brasileros y argentinos y estos últimos son derrotados. SIC) pero para la sorpresa de todos, al volver al partido, estaban ya, festejando los ingleses en el campo de juego el gol tempranero de Gerrard. Error garrafal por parte de quienes se encargan de distribuir el tiempo para comerciales en medio del juego. Hicieron que todo un país no pueda festejar el gol como corresponde.

GRUPO C

ESLOVENIA 1 (Koren)
ARGELIA 0

UN PREMIO EXCESIVO PARA UNA ESLOVENIA FALTA DE TODO



En un partido muy pobre de todo, Eslovenia venció por 1-0 a Argelia en el estadio Peter Mokaba de la ciudad de Polokwane y quedó como líder absoluto del grupo C, que también integran Inglaterra y Estados Unidos. El único gol lo convirtió el capitán Roberto Koren, a los 33 minutos del complemento quien probó de media distancia y contó con la complicidad del arquero argelino Faouzi Chaouchi. Cinco minutos antes de la apertura del marcador, Argelia había sufrido la expulsión de Abdelkader Ghezzal por doble amonestación y eso la desmotivó de alguna forma. Ninguno mereció llevarse los tres puntos. Si bien el equipo argelino manejó un poco mejor la pelota, también es una realidad que le faltó profundidad y careció de ideas para concretar su superioridad en el marcador. Los dos pecaron de poco ambiciosos y uno solo fue quién se llevó el premio mayor, inmerecido, pero premio al fin.

GRUPO D

GHANA 1 (Gyan)
SERBIA 0

GHANA ANOTÓ DE PENAL Y SE LLEVÓ UN MERECIDO TRIUNFO



Un duelo entre estructurados y desestructurados. En el Loftus Versfeld Stadium de Pretoria, Serbia y Ghana abrían el Grupo D. Los de Radomir Antic con un 4-4-2 bien marcado, sin sorpresas ni improvisaciones. En cambio, los de Milovan Rajevac se plantaron con 4-2-3-1 móvil e intentaron romper con el esquema defensivo europeo con un puntero derecho en Tagoe y uno izquierdo en Ayew.

Aunque lo mejor de Ghana salió de los pies de Boateng y Asamoah, ambos en el medio, el primero un poco más retrasado y el segundo para enganchar. Cuando el del Portsmouth inglés y el del Udinese italiano se juntaron, Ghana pareció desbordar a un Serbia austero que cortó cada contragolpe con falta. Sin embargo, la jugada más clara llegó cerca del cuarto de hora, a la salida de un tiro libre Gyan habilitó con un taco a Asamoah. Este sacó un zurdazo tremendo que llegó a bloquear con lo justo el central Lukovic.

Después, Ghana no supo interpretar el papel protagónico que le ofrecía Serbia y la pelota la empezaron a manejar los europeos. Stankovic y Milijas se repartieron el medio, aunque nunca intentaron elaborar una jugada. Todo era pelotazo para el gigante Zigic o la velocidad de Pantelic, los dos delanteros. A los 35 la gente comenzó a hacer la ola, marca registrada en un partido aburrido. El otro atractivo lo puso la vestimenta violeta del arquero ghanés, Kingson. De fútbol, bastante poco.

El segundo tiempo fue igual de aburrido. Serbia no modificó nunca su 4-4-2, aunque la pasó mal en los primeros minutos. Ghana salió con mayor decisión y a los 8 un centro de Tagoe llegó limpio a la cabeza de Ayew, que le había ganado la espalda a Vidic, pero el frentazo se fue débil afuera. A los 10, Ayew sacó un derechazo desde afuera del área que asustó y tres más tarde Gyan estuvo cerca del gol, con un cabezazo.

Antic movió el banco, pero no al equipo. Puso a Kuzmanovic por Milijas y dejó clavado el 4-4-2. Ghana se pinchó y el partido era malo. A los 28, el árbitro argentino, Baldassi, expulsó al central Lukovic (doble amarilla, en el inicio del complemento le había pegado una patada a Asamoah) y Serbia se quedó con diez. Lazovic, que había entrado por Zigic, se paró como volante por izquierda. Entró Subotic y permaneció el rígido 4-4-1. Pero ese fue el mejor momento del equipo europeo en el partido. Con Ghana yendo al ataque, Serbia aprovechó la contra. Lo tuvo Krasic, tras un centro atrás de Lazovic, pero el arquero Kingston le ahogó el grito. Y de ese tiro de esquina, Vidic desvió su cabezazo.

La clave del partido fue a los 37. llegó un centro pasado desde la izquierda al área de Serbia. Tagoe se relamía, pero Kuzmanovic metió la mano. Casas se lo marcó a Baldassi y el cordobés dio penal, el primero del Mundial. Gyan no falló y puso el 1-0 para Ghana. Al final, con Serbia golpeado, los africanos pudieron aumentar con un remate al palo de su goleador, pero la historia ya estaba escrita. Una victoria merecida para un equipo que siempre intentó ante un rival que priorizó la cautela y no el juego.

GRUPO D

ALEMANIA 4 (Podolski, Klose, Müller, Cacau)
AUSTRALIA 0

LA CONTUNDENCIA ALEMANIA FUE DEMASIADO PARA LA POBREZA FUTBOLÍSTICA DE AUSTRALIA



Alemania siempre llega en silencio, pero en los Mundiales acostumbra a hacer todo el ruido posible. En las previas, cada cuatro años, las miradas están puestas en otros equipos pero nunca en Alemania, hasta que el seleccionado teutón saca la chapa, esa mística copera que lo caracteriza, y con un juego que no llena a los ojos, pero que es efectivo, se convierte en un candidato natural.


Australia puede dar fe. Porque le perdonó la vida a los 3 minutos del primer tiempo, en el debut en Durban, y lo terminó sufriendo en su propio arco, un rato después. Sin demasiados argumentos para justificar una tan rápida ventaja, el seleccionado alemán armó una jugada de fulbito, con triangulación entre Özil, Müller y Lukas Podolski, que concluyó y convirtió con un tremendo bombazo, que ni defensores, ni el arquero pudieron detener.


Pura contundencia de un equipo, igual al de mundiales anteriores, pero muy diferente al de los amistosos, especialmente, con el de Argentina, en Munch, como referencia, con la que perdió en el resultado y en el juego.


Esa ventaja comenzó a encontrar un justificativo con el correr de los minutos. Porque Alemania siguió buscando el arco rival, anulando totalmente a una selección australiana muy opáca. Juego por afuera con Müller y Philipp Lahm por derecha y centros al área para buscar a Podolski y Mirslav Klose.


Justamente fue el delantero del Bayern Munich el que aprovechó una pésima salida de Schwarzer y un exquisito centro de Lahm para conectar de cabeza y marcar el segundo. Otro gol del hombre fuerte de ataque, que llegó a once tantos en los mundiales y quedó a sólo 4 de Ronaldo, el máximo anotador en la historia de la competición.


Fue mucho más el equipo teutón en el primer tiempo y la ventaja de dos goles se justificaba con buen fútbol y contundencia, por sobre todas las cosas. Gran labor de Müller y muy grata aparición de Özil, zurdo habilidoso, con estilo sudamericano, pero bien europeo.


El complemento fue para Alemania la continuación de todo lo bueno que hizo en el primer tiempo. No tenía que inventar nada para seguir demostrando ante la muy floja selección oceánica. Y de hecho, no la inventó, pero hizo los méritos para irse de Druban con la primera goleada del Mundial de Sudáfrica.


Müller coronó su actuación con una joyita cuando iban 22 minutos. Y Cacau, brasileño nacionalizado alemán, decoró a los 25, segundos después de haber ingresado por el goleador Klose. Antes, Tim Cahill se había ido expulsado por una falta desde atrás castigada con roja directa.


Fue muy práctico, pero también vistoso lo del equipo de Löw. Fue muy pobre lo de Australia, que parece ser el equipo peor parado de los que jugaron hasta ahora, en la primera fase del Mundial. Alemania, en cambio, puede pensar en grande. Tiene argumentos y la chapa necesaria para llegar bien lejos.

GRUPO E

DINAMARCA 0
HOLANDA 2 (Poulsen -ec- y Dirk Kuyt)

HOLANDA MOSTRÓ LO JUSTO PARA VENCER POR DOS GOLES A DINAMARCA



Con algo de fortuna para destrabarlo, Holanda resolvió con holgura su debut en el Mundial con una victoria 2-0 sobre Dinamarca. En un partido lento y por momentos previsible, el ganador, repleto de buenos jugadores, terminó dejando una buena imagen, aunque deberá mejorar si pretende llegar hasta donde sus muy buenas individualidades insinúan.

El gol en contra de Simon Poulsen en el arranque del segundo tiempo (centro desde la izquierda de Van Persie, cabezazo hacia adentro del lateral zurdo que rebotó en la espalda de Agger) sirvió para resolver un partido que a Holanda se le había complicado en la segunda parte del primer tiempo, cuando dominaba pero no encontraba los caminos del gol y se exponía a las réplicas danesas.

El tanto de Kuyt a 5 minutos del final sirvió para decorar un resultado que estaba sellado antes. Holanda ya se sentía ganador y Dinamarca había bajado los brazos, acaso pensando en los dos compromisos siguientes y sintiendo que no estaba mal perder por poco.

De entrada, cada uno asumió el rol imaginado. Holanda se vistió de protagonista, manejó la pelota y llevó el juego al campo rival, con Van Bommel y De Jong como dueños del equipo, Sneijder como enlace y Van Persie y Van der Vaart amenazantes adelante. Dinamarca apostó al retraso de sus líneas a la espera de que el paso de los minutos nublara la vista del oponente.

Holanda impresiona por sus nombres y por la búsqueda paciente y obsesiva. Sabe lo que quiere y sabe también cómo buscarlo, aun cuando su fortaleza esté en el medio y sus atacantes -de indudable calidad- aparezcan a veces desconectados entre sí e imprecisos. Seguramente cuando se sume el lesionado Robben el conjunto ganará en profundidad y será aún más peligroso.

Enfrente, Dinamarca pareció resignado de antemano. Sus laterales jamás despegaron y su línea de cuatro volantes por momentos fue de cinco, con el grandote Bendtner como única punta de lanza. Sólo se destacó el delantero Rommedahl, punzante y de buen manejo.

Con parsimonia pero con determinación, Holanda fue empujando y generando aproximaciones. Fueron 20 minutos en los que elaboró tres llegadas: Kuyt remató sin precisión a los 9, el zurdazo de Van der Vaart fue bloqueado a los 18 y el propio delantero del Real Madrid remató afuera tras una buena conbinación con De Jong.

Pero desde entonces y hasta el final de la etapa, el ganador perdió capacidad de presión y Dinamarca comenzó a animarse. Suyas fueron las tres llegadas más nítidas del primer tiempo: Bendtner cabeceó desde muy cerca apenas desviado a los 26, Rommedahl (de lo mejor del primer tiempo) remató a las manos de Stekelenburg a los 33 y, en la más clara, el propio arquero del Ajax impidió con una gran atajada que Kahlenberg pusiera el 1-0.

El gol en contra en el arranque del segundo tiempo terminó con el duelo. Holanda mantuvo ese ritmo paciente y algo cansino, trasladó el balón con cuidado y esperó el momento justo para sorprender con pases profundos. Van Bommel fue su gran figura -con De Jong de ladero-, Sneijder fue el conductor y Eljero Elia, un moreno hábil y movedizo que ingresó en el segundo tiempo, quien logró levantar al público con arranques explosivos por izquierda. Así llegó el segundo gol: pase en cortada de Sneijder, toque de derecha de Elia que pegó en el palo izquierdo y Kuyt que llegó para empujarla de derecha.

Hubo tres o cuatro llegadas holandesas y ninguna de Dinamarca en todo el período final, en un contexto de cierto sopor sólo sacudido por los miles de holandeses vestidos de naranja. Con algún susto en el primer tiempo, con aplomo y seguridad casi siempre, Holanda ganó y aprobó el examen. Es sólido y no será fácil vencerlo. Si gana en lucidez en los metros finales, hará ruido.

GRUPO E

CAMERÚN 0
JAPÓN 1 (Honda)

LOS NIPONES FUERON SOLO EL GOL DEL TRIUNFO Y POCO MÁS



Japón dio el golpe en Sudáfrica. Porque superó por 1-0 a Camerún, uno de los equipos más fuertes de Africa, y porque consiguió su primera victoria en un Mundial fuera de Asia. El único gol del encuentro lo anotó Keisuke Honda, volante del CSKA de Moscú, a los 39 minutos del primer tiempo. Con este triunfo, los japoneses lideran el grupo E junto con Holanda, que más temprano venció por 2-0 a Dinamarca.

El partido tuvo la misma sintonía que la mayoría de los partidos de esta pálida Copa del Mundo. Mucha especulación, poco juego, casi nada de emoción. Japón fue de menor a mayor. En los primeros minutos mantuvo el orden defensivo y casi no dejo participar del juego a la estrella de Camerún, Samuel Eto’o. El primer objetivo, estaba cumplido.

¿Qué hizo Camerún para llegar con peligro? Poco y nada. Apenas insinuó con los laterales: Benoit Assou-Ekotto por izquierda y Stephane Mbia por derecha. Recién a los 35 minutos se produjo el primer tiro al arco. Un disparo suave de Enoh que Kawashima contuvo sin problemas.

Y cuando parecía que los africanos estaban mejor, llegó el gol de Japón.Fue una avivada de Honda, que apareció por el segundo palo y definió ante la salida del arquero tras un buen centro de Matsui.

En la segunda parte, creció la emoción. Eto’o participó más y mejoró Camerún. El punta del Inter se lo sirvió a Choupo Moting, que falló en la puntada final. Japón se dedicó a correr y correr. A aguantar la diferencia. Y casi estira el marcador a seis del final, cuando el ingresado Shinji Okazaki le apuntó al palo derecho de Souleymanou.

Sin embargo, las últimas fueron para Camerún. A los 41, Stephane Mbia remató de media distancia y la pelota dio en el vértice del poste y del travesaño ante un indefenso Kawashima. Luego, el arquero abortó otra situación tras un gran desborde de Geremi. Así, con mucho orden y prolijidad, Japón sumó tres puntos de oro, rompió la racha negativa de cuatro derrotas consecutivas en Copas del Mundo y ahora espera tranquilo, mientras Camerún, deberá ser más que amagues de buen fútbol.

GRUPO F

ITALIA 1 (De Rossi)
PARAGUAY 1 (Alcaraz)

PARAGUAY PEGÓ PRIMERO Y SE DURMIÓ ANTE LOS CAMPEONES DEL MUNDO QUE LO EMPATARON Y PUDIERON GANAR



Se presentaba el campeón del mundo en el Mundial de Sudáfrica. Italia comenzaba a defender su título ante el duro Paraguay de Gerardo Martino en Ciudad del Cabo bajo una intensa lluvia que presagiaba una noche movida.
No podía ser de otra manera un duelo entre italianos y paraguayos, ambos jugaron respetando su idiosincrasia: rudos y apostando a una pelota parada, al cabezazo. Cumpliendo con todos los pronósticos, la lucha se dio en la mitad de la cancha, la fuerza por sobre el juego.
Montolivo y De Rossi por el lado de Italia, Víctor Cáceres y Riveros en Paraguay. Los volantes centrales fueron protagonistas, pero todos metían. Lucas Barrios, el delantero argentino que juega para Paraguay, presionaba adelante, Haedo Valdez luchaba con Cannavaro. Del otro lado de la cancha, los centrales Da Silva y Alcaraz peleaban con Iaquinta y Gilardino, los dos delanteros pesados del equipo de Marcello Lippi.
Hubo que esperar hasta los 20 para observar un remate al arco. Fue Montolivo que se animó desde afuera del área. Con una pelota veloz y un campo de juego mojado, el volante intentó sorprender a Justo Villar, pero el arquero ex Newell's respondió sin problemas. Después Aureliano Torres capturó un rebote en la puerta del área, pero su zurdazo se fue desviado.
Hubo 14 faltas en el primer tiempo, aunque el árbitro mexicano Benito Archundia no sacó amarillas. De la pelota parada surgía lo más peligros de ambos. A los 28, un tiro de esquina de Marchisio generó dudas en el fondo paraguayo, pero apareció la pierna salvadora de Alcaraz para disipar el peligro.
Y fue Alcaraz el que acertó. A los 38 Chellini bajó a Haedo Valdez por la derecha. Aureliano Torres envió el centro de zurda, al segundo palo, al vértice del área chica. Allí se impuso el central paraguayo del Brujas de Bélgica, les ganó en el salto a Cannavaro y a De Rossi y clavó el cabezazo contra el palo izquierdo de un estático Buffon: 1-0 y sorpresa paraguaya.
No fue el mismo Paraguay en el inicio del complemento. El equipo de Martino se durmió con la ventaja y dejó crecer a Italia. Ahí se lució Justo Villar, tapando un remate de Pepe primero y otro de Montolivo después. Encima Vera casi aumenta el marcador con un derechazo tras la buena presión de Barrios y Valdez sobre Cannavaro. Pero después el arquero iba a cometer un error fatal.
A los 18, Pepe envió un tiro de esquina desde la izquierda, Villar fue al primer palo, pero falló en el cálculo, pifió el puñetazo y la pelota viajó al pie de Daniele De Rossi que ingresó por detrás y estampó el 1-1.
Martino ya había quemado un cambio cuando puso a Santana por Torres (en Italia Camoranesi también ingresó por Marchisio y el arquero Buffon se había quedado en el vestuario por una molestia, en su lugar fue Marchetti), entonces a Paraguay le quedaron pocos recursos para atacar, cuando se había armado para contragolpear. A los 20, Barrios desbordó por izquierda y el ex Chicago definió mal, de zurda.
Después, Martino y Lippi quisieron ganarlo y fueron ambiciosos Santa Cruz, Di Natale y Cardozo fueron a la cancha por Haedo Valdez, Gilardino y Barrios (dos en Paraguay y uno en Italia). Pero con el correr de los minutos se fueron conformando con el empate. Los sudamericanos buscaban un pelotazo a espaldas de los defensores para ir a presionar, pero los europeos se mostraron sólidos. Por eso el final fue para el campeón del mundo. Aunque Villar se redimió de su error y salvó el empate ante los remates de Pepe y Montolivo dos veces. Se cerró el arco y el 1-1 quedó sellado en la apertura del Grupo F.

mañana juega "La roja"!!!!

pero a una hora muy mala en España, las 16.00 h, más de uno faltará al trabajo

GRUPO F

ESLOVAQUIA 1
NUEVA ZELANDA 1

DAVID LE GANÓ AL OTRO DAVID



Como estarán cubiertos por la manta del rubgy que a su equipo de fútbol lo bautizaron All Whites… Como habrá sonado a hazaña su empate en el segundo tiempo de descuento que todavía, ese puñado de jugadores vestidos de blanco, no quiere abandonar el semivacío Royal Bafokeng de Rustemburg. Fue un punto de oro. Casi su primer punto en serio en el mundo Fifa, que los acoge en el 78° lugar del ranking. Y no es casual con sólo pegarle una miradita al plantel. Más allá de su pobreza técnica, vale decir que dos de sus jugadores (Elliot y Mulligan) no tienen club y que otro, Andy Barron, actúa los fines de semana en el Wellington y, de lunes a viernes, es empleado bancario… Ni hablar de su técnico, Ricki Herbert, miembro del grupo que perdió los tres partidos que disputó en España 82 y que tiene como mayor recuerdo haberse quedado –en el intercambio- con la camiseta del brasileño Sócrates…
Así fue la vida internacional de esta selección, también conocida como los Kiwis, un compilado de historias personales y muy particulares que reaparecen y se realzan después de un centro (de Shane Smeltz, desde la izquierda) y un cabezazo in extremis (Winston Reid), en el segundo minuto de descuento. Si cayó en este Mundial fue porque Australia, el capo de Oceanía, se convirtió a la fuerza en asiático para ganar en roce, le liberó un cupo, y eliminó agónicamente a Bahrein en un Repechaje que tuvo a Fallon como autor del 1-0 decisivo y al arquero Paston, quien atajó un penal. Y si no tuvo muchas más chances de sobresalir, también tuvo que ver por la pobreza de sus competencias. Apenas si Nueva Zelanda salió de la isla para jugar contra los grandes en tres ediciones de la Copa de las Confederaciones. Y hasta el último partido, en Sudáfrica misma, hasta el aburrido 0 a 0 contra Irak, en los ocho partidos anteriores sólo había acumulado ocho derrotas y varias goleadas…
Claro. Todo este prólogo jamás se hubiese escrito si Eslovaquia hubiera mantenido hasta el pitazo final del árbitro local Jerome Damon sus intenciones. Y el resultado, claro. La selección europea, escisión de la República Checa desde 1993 y debutante en Mundiales, sin mucho nombre salvo el defensa del Liverpool (que llegó con lo justo) Martin Skrtel y el compañero del Pocho Lavezzi en el Napoli, el picante Marek Hamsik, cumplió por encima de las expectativas. Arrancó sufriendo por que los neozelandeses atacaron, desde el vamos, a puro centro cruzado. Killen ganó de arriba seguido aunque sin puntería. Hasta que Eslovaquia se animó y se armó una sociedad –con Hamsik como tercero en discordia y Weiss, el hijo del técnico, para cerrar el póker de ases- para tener en cuenta. Stanislav Sestak por un lado y Robert Vittek por el otro. El primero acaba de descender con el Bochum en la Bundesliga alemana (fue compañero de Diego Klimowicz); el segundo, convirtió cinco goles en 12 juegos en el mediano Ankaragucu turco. Sin muchos flashes, igualmente, se encargaron de tocar, de buscarse, y de encontrarse. Así, entre los dos peladitos, construyeron el 1-0, aunque Vittek estaba un paso en offside con un testazo bien puesto que anticipó a un pobre Winston Reid. Pero el que Reid último, Reid mejor.
Nueva Zelanda, en el complemento, y con la fórmula de siempre (léase, centro bombeado al área y a rezar), apenas se acercó al arco de Jan Mucha en el minuto 43’: Lockhead le dio con rosca y Smeltz la cabeza. Pasó cerca. Pero Reid fue a buscar. Apostó y ganó. Como hace un par de años…
Si bien nació en Auckland, hace casi 22 años, Winston Wiremu Reid, después de soplar las velitas por décima vez, se fue a Dinamarca. Allí, con el tiempo, debutó en la Primera del FC Midtjylland en 1985 y, con su crecimiento como defensor, se hizo un lugar en las selecciones juveniles danesas (Sub 19, Sub 20 y Sub 21). La Mayor, más que un premio, sería una consecuencia. Pero fue leal a sus colores y optó, con la clasificación asegurada, por Nueva Zelanda. Es más, su debut en los All Whites ocurrió recién el último 24 de mayo contra Australia. En tres amistosos se ganó un lugar en el 11 titular. En el Mundial, en su primer juego por los puntos, entró en la historia en la última bola de la tarde. No le salió redondo. A Nueva Zelanda le salió ovaladito…

GRUPO G

COSTA MARFIL 0
PORTUGAL 0

OTRO EMPATE DEPRIMENTE ENTRE DOS EQUIPOS QUE DEFRAUDARON A PROPIOS Y AJENOS



Con los dos equipos un escalón por debajo de Brasil, en la previa, el partido entre Portugal y Costa de Marfil asomaba como una gran promesa de fútbol en Sudáfrica 2010. Con Drogba en el banco, pero con Cristiano Ronaldo desde el arranque, la esperanza de un buen partido, en un Mundial muy pobre, hasta el momento, estaba en juego.


El inicio del partido parecía darle una buena noticia al público del estadio Nelson Mandela, en Port Elizabeth. Porque Portugal comenzaba encendido, especialmente por los pies de Ronaldo, su estrella. Pero Costa de Marfil no se quedaba atrás. Algo retrasado, salía de contra para lastimar con algún latigazo de Gervinho, una sorpresiva aparición en los africanos.


Fue Cristiano el que tuvo la primera gran chance del partido. A los 10, remató desde afuera del área y la pelota se estrelló en el palo izquierdo. Era la primera aproximación seria (y en definitiva, la única del primer tiempo), para una selección portuguesa que salía a la cancha con tres hombres de punta: el del Real Madrid, Liedson y Danny.


Pero Costa de Marfil también apostaba a tres delanteros. Sin Drogba, autorizado por la FIFA a usar un protector para su brazo fracturado, la aparición de Gervinho sorprendía a más de uno. Porque el hombre del extraño corte de cabello, iba de lado a lado, con puros amagues y la capacidad de descaderar a cualquier defensor portugués. Junto a él, Aruna Dindane y Salomon Kalou, pero varios escalones por debajo del futbolista que se desempeña en el fútbol francés.


Puras insinuaciones y nada de opciones de gol. Ni Cristian ni Gervinho. Mucho menos Deco y Kalou. Costa de Marifl era apenas un poquito mejor que Portugal, pero no lo suficiente para matar el 0-0.


El segundo tiempo mostraba un inicio apenas un poquito más alentador que el final del primero. Otra vez la aparición de Gervinho parecía lo más destacado, porque el delantero gambeteó por izquierda y sacó un zurdazo que Eduardo mandó al corner.


Pero otra vez el partido caía en un pozo y ni los ingresos de Simao Sabrosa y Drogba cambiaban la historia.


Y no saldría de ese pozo. Finalmente fue un 0-0 para el olvido, que deja a los dos equipos obligados a ganarle a Corea del Norte por una buena diferencia y a tratar de sorprender a Brasil, el más fuerte del Grupo G.

GRUPO G

BRASIL 2 (Maicol, Elano)
COREA DEL NORTE 1 (Ji)

BRASIL, SUFRIÓ PERO GANÓ Y LIDERA SU ZONA



El tiempo acaso diga que Corea del Norte era un poco más de lo que se creía. Que esa línea de cinco defensores es una complicación importante para cualquier rival y que Jong es un delantero de mucho cuidado. Pero por ahora, y más allá de la victoria brasileña, nada impide creer que el equipo de Dunga mostró en el debut una cara demasiado displicente y casi tan fría como ese clima que prácticamente congeló el Ellis Park.

Bajo una temperatura de apenas 2° y una sensación térmica de 3° bajo cero, Brasil salió a jugar el último partido del Grupo G, que se había abierto más temprano con el decepcionante empate sin goles entre Portugal y Costa de Marfil, ante Corea del Norte. Un triunfo, claramente, lo dejaba como líder, y ante la superioridad en su historia y la calidad de sus jugadores, era a priori un resultado previsible. Algo que se mostró en las tribunas, donde los torcedores no mostraron nunca dudas de la victoria, y en la cancha, por la sensación de confianza que transmitían sus jugadores más allá de que la resolución del partido tardó bastante más de lo esperado.

A Brasil le costó entrarle al supuestamente débil conjunto asiático, que planteó un esquema puramente defensivo, un 5-3-1-1 con el pobre Jong peleando contra todos arriba. Los pentacampeones probaron con la movilidad y habilidad de Robinho, quien buscaba conectarse en el medio con Kaká –a quien aún se lo notó falto de ritmo futbolístico debido a la pubialgia que lo atacó en el final de la temporada en el Real Madrid- y también con Elano. Pero alcanzó simplemente para algún ataque tibio sin mayor riesgo para el arquero Ri.

Eso sí: posicionado como dominador del juego, Brasil probó al arco cuatro veces en los primeros diez minutos. Su rival, en tanto, intentaba de contraataque y, a los 11 minutos, el criterioso Jong remató fuerte al palo izquierdo para exigir un poco a Julio Cesar. Pese a la inferior calidad de sus jugadores, los asiáticos trataban de no jugar al pelotazo. Una buena manera de defenderse ante un rival que con la pelota en los pies es temible. Así, en esa medianía, lograron llegar al final del primer tiempo 0 a 0 contra un Brasil que se fue a los vestuarios despedido con silbidos por su público. El “Eeeee... sou brasileiro” seguía sonando, pero los nervios empezaban a pesar.

En el complemento, el equipo de Dunga salió más decidido a buscar los tres puntos y tras dos intentos de Robinho (un tiro libre y un remate desde afuera), fue Maicon quien consiguió el primer gol de Brasil en Sudáfrica 2010. El lateral recibió la pelota de Elano en la derecha y desbordó hasta que se quedó sin cancha y el remate al arco parecía imposible. Sin embargo, el jugador del Inter levantó la cabeza, engañó al arquero, que buscó el centro, y la puso justita en el primer palo, en una magnífica definición que tuvo algo de complicidad de Ri.

El gol no modificó la actitud de los norcoreanos, para quienes perder por poco no era grave porque enfrentaban a Brasil y porque tampoco pueden regalar la diferencia de gol. Los de Dunga buscaron el segundo ya con algo más de alivio y finalmente lo encontraron. Luis Fabiano avisó a los 18 minutos, con un remate por arriba del travesaño, tras una hermosa jugada de Robinho, quien recibió de Kaká. Y fue a los 26 cuando Elano amplió la ventaja: lo habilitó Robinho con un precioso pase en profundidad para definir de primera con la parte interna del pie derecho.

En el final, con el partido controlado, Brasil se relajó un poco y Corea aprovechó para gastar sus últimas energías. A menos de dos minutos del pitazo final, los asiáticos encontraron la recompensa a su actitud, porque tras un pelotazo largo desde el fondo Ji encaró a la defensa, ganó y definió de zurda cruzado ante la salida de Julio Cesar, quien no pudo evitar el descuento.

Brasil llegó así al final con una victoria por la diferencia mínima ante un rival teóricamente muy inferior. A alguno le parecerá mentira el festejo en la tribuna y la satisfacción en la cancha por un 2-1 ante Corea del Norte. Pero parece que en estos tiempos a los pentacampeones les alcanza con eso. Es verdad que tiempo para mejorar en este Mundial les sobra. Queda entonces la asignatura pendiente.

Curiosidades de la fecha.

REPERCUSIONES DEL AJUSTADO TRIUNFO DE BRASIL ANTE COREA DEL NORTE.

Ya está. Brasil hizo su aparición en la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 y, tal como se esperaba, fue con un triunfo. Sin embargo, para la prensa brasileña, la cuestión está en cómo y ante quién. Por eso, el 2-1 ante Corea del Norte, en el primer encuentro del Grupo G, cosechó en los medios de ese país muchas críticas, aunque no dejaron de rescatar que se lograron los tres puntos.

Así, Folha de San Pablo, uno de los diarios más importantes del país vecino, tituló: "Sin brillo, Brasil sufrió para batir a Corea". Y agregó que fue "después de un primer tiempo ruin y flaco de fútbol, tras volver un poco mejor del descanso". El resultado, gracias a goles de Maicon y Elano, le significó al equipo de Dunga quedar como líder de su grupo, luego del empate sin goles entre Portugal y Costa de Marfil.
Por su parte, el diario O Estado expresó en su versión online que "Brasil vence, pero se lleva un susto" ante Corea del Norte. El medio remarca que fue una victoria con "dificultades" y que la verdeamarela "tuvo problemas para superar la fuerte muralla defensiva" montada por el equipo asiático, "principalmente por la mala actuación de Kaká".
En tanto, Jornal do Brasil expresó que "la tradición de las Copas se mantiene, y Brasil debutó con un triunfo", a pesar de una serie de "dificultades iniciales". La última vez que el equipo brasileño no pudo ganar en un arranque de torneo mundial fue en Argentina '78, cuando empató 1-1 con Suecia.
Zero Hora, en tanto, afirmó que "no fue el estreno que los hinchas soñaban, pero el equipo de Dunga cumplió con su objetivo de empezar con un triunfo". O Globo, otro de los grandes de la prensa brasileña, también habló de una presentación "poco convincente"

Por ahora sólo a nosotros.....

S.