sUDÁFRICA 2010, aNATOMÍA dE uN mUNDIAL dE fÚTBOL

GRUPO H

CHILE 1 (Beausejour)
HONDURAS 0

48 AÑOS DESPUÉS...





Chile no ganaba en un Mundial desde el 62... Lo hizo ante Honduras con una jugada de las que le gustan a Bielsa: centro atrás de un lateral (Isla) y definición del punta (Beausejour). Un buen regreso de Marcelo después de su fracaso con la selección Argentina en el 2002.

Bielsa no sólo logró clasificar a Chile para un Mundial tras 12 largos años de ausencia, sino que además pudo quebrar una racha de 48 años sin victorias. Casi medio siglo pasó de aquel histórico triunfo ante Yugoslavia por 1 a 0 que le dio el tercer puesto en el Mundial de 1962. En Sudáfrica volvió a sonreír con el 1 a 0 sobre Honduras. Pero la alegría por el triunfo debe ser además sostenida por la manera en la que se consiguió. Luego de sacarse los nervios del debut, la Roja paso por encima a una débil selección hondureña y si el partido apenas tuvo un gol fue por la falta de puntería de los delanteros chilenos. La ausencia se Suazo se sintió y es un tema a corregir para lo que viene.

La baja de Suazo, obligó a Bielsa a modificar su tradicional esquema. Así Chile salió a la cancha con cuatro defensores, con Isla y Vidal por las bandas, sumándose en cada ataque chileno. El sector derecho fue el más explotado y tantas veces subió Isla que en una de sus trepadas llegó la apertura. Luego de una asistencia de Matías Fernández, el lateral tiró el centro y Beausejour encontró la pelota que mandó al fondo del arco. Esos cuatro defensores fueron apenas dos en gran parte del partido. Delante de esa línea el Loco paró dos hombres que se cansaron de correr y presionar. Carmona y Millar fueron dos perros de presa que obstaculizaron cada intento de reacción de Honduras.
Desde esa fortaleza se comenzó a construir el juego para que Alexis Sánchez, el mejor de todos, por derecha, Fernández, por el centro y el autor del gol por izquierda, sean la salida rápida para lastimar a una defensa muy endeble. La carencia del referente de área intentó suplirla con la presencia de Valdivia, un nueve retrasado que no pudo aportar lo que hubiese dado Suazo. Pero más allá de eso, Chile jugó el partido sabiendo que llegaba con expectativa y por eso no defraudó. Lo peleó, con dientes apretados ejerció una presión constante, a veces excesiva, que no permitió ni siquiera un atisbo de reacción a su rival.
En el complemento la película fue repetida. Ya sin la exigencia de romper el cero, Chile quiso decorar el debut con una goleada y pudo hacerlo. Pero falló en la puntada final. A veces por un exceso de habilidad de Sánchez, otras por la desidia de Mati Fernández y varias por una pelota que cada vez que le entran fuerte se levanta varios metros. No hubo goleada, es cierto, pero sí una victoria clara y contundente que les permite soñar con lo que viene. Ahora será Suiza el rival. Tal vez el partido bisagra que defina al compañero de España en octavos de final. Suazo estuvo en el banco y deberá ser titular ante los europeos.

GRUPO H

ESPAÑA 0
SUIZA 1 (Fernándes)

LA GRAN SORPRESA... SUIZA BAJA AL GRAN CANDIDATO



España llegó con chapa y perdió ante Suiza en su debut. El gol de Gelson Fernandes (en offside) deja el mayor batacazo en lo que va del Mundial. Del Bosque puso a Torres con Iniesta, Xavi y Villa para buscar el empate. Y nada...

Toda la ilusión, la chapa de candidato, el deseo de ya tener la Copa del Mundo entre sus manos, se desvaneció en un segundo, cuando Gelson Fernandes la empujó a la red luego de los aparatosos tropiezos de Piqué y Casillas, los corazones españoles se detuvieron. No conforme con empezar abajo en el marcador, Del Bosque no tuvo mejor solución que acumular gente en ataque, sin que se le caiga una sola idea, y terminó construyendo el papelón ibérico que desembocó en una flojísima derrota en el debut.
La cantidad de partidos invictos, los halagos de la prensa por el despliegue futbolístico y la cantidad de jugadores valuadas en millones de euros no le importaron a los suizos. Ottmar Hitzfeld dio cátedra de orden táctico: dispuso un sistema acorde para frenar las embestidas de España, que buscaba por el medio con dos grandes volantes como Xavi e Iniesta, y atacaba por los costados con dos jugadores por banda, dejando a Villa relamiéndose en el medio para embocarla.
Sin embargo, Suiza, que fue a negociar el empate sin Frei, su máximo artillero, y que sufrió la lesión de Senderos en el primer tiempo, terminó encontrando el gol a los 52 minutos, luego de una preocupante falla defensiva de la Roja. Gelson Fernandes, apenas en offside, la encontró tras una serie de rebotes, y la empujó al arco, para tirarle un baldazo de agua fría a todos los españoles.
Ya consumado el 1-0, Del Bosque fue preso de la desesperación, y se vio obligado a empezar a meter gente en ataque: primero Fernando Torres y Jesús Navas. Minuto más tarde, fue el turno de Pedro. Pero apenas cambió la cantidad, y no la calidad; España llegaba pero no generaba peligro, ya que la única la tuvo con un tiro desde afuera de Xabi Alonso, que dio en el travesaño. Poco y nada de los delanteros.
Suiza, que estaba preparado para esta situación desde el minuto cero, supo aguantarlo y terminó llevándose los tres puntos. España, que pensó que lo tenía ganado desde el arranque, descubrió que no sólo alcanza con tirar los jugadores a la cancha.

GRUPO A

SUDÁFRICA 0
URUGUAY 3 (Forlán (2) y Alvaro Pereira)

URUGUAY GOLEÓ A LA SELECCIÓN LOCAL Y TIENE MEDIO PASAJE A LA SIGUIENTE RONDA



20 años después de aquel cabezazo de Fonseca ante Corea del Sur en Italia 90, este 16 de junio en Pretoria Uruguay se sacó las ganas de festejar en un Mundial y nada menos que contra el local, al que dejó al borde del abismo. Con la misma presencia en el banco que había habido en aquella victoria, la del Maestro Oscar Tabárez, la Celeste se apuntó un 3-0 contra Sudáfrica que tiene el valor de cortar una racha nefasta y además de dejarla muy cerca del pase a octavos de final.

Los dos salieron decididos a buscar algo más que en el primer partido. Sobre todo Uruguay, demasiado cautelosa ante Francia, que esta vez presentó tres delanteros: Cavani, Forlán y Suárez. Alcanzó para tener un leve predominio ante una selección que mostraba todavía menos que en el debut ante México, con el entusiasmo casi como única bandera.

Casi no pasaba nada en el partido, más allá de las diferentes propuestas. Hasta que a los 23 minutos Forlán mostró en la cancha toda su chapa de goleador, sacó un tiro de media distancia que se desvió en el hombro del capitán Mokoena y se metió arriba, donde no podía llegar Khune ni cuatro arqueros más. El Loftus Versfeld se llenó de alegría uruguaya y el golpe fue tan duro que hasta se callaron -sólo por un rato- las vuvuzelas.

Sudáfrica, un equipo con muchas limitaciones más allá de su enorme voluntad y motivación, quedó muy golpeada, y esa sensación desagradable de que el sueño del Mundial podía terminar demasiado pronto se apoderó de las tribunas. Desconectado Pienaar, en quien se recuestan las mayores esperanzas de creación que tienen los de Parreira, quedaban sólo la dinámica de Thabalala y la voluntad de Mphela arriba para intentar algo. Demasiado poco para la solvencia de una defensa que, sin dar clases de fútbol, descansa tranquila en la gran presencia de Lugano y el criterio de Godin. El resultado era un partido que hacía doler los ojos y un público que de a poco se iba apagando, como muestra de que también en un Mundial cuesta aportar desde las tribunas cuando desde la cancha no hay respuestas.

Uruguay afianzó su dominio en los primeros minutos del segundo tiempo. Ante un rival pasmado, podría haber aumentado si el suizo Busacca cobraba penal en un manotazo a Suárez en el área y también cuando Lugano quedó solo para cabecear en el área pero no impactó bien la pelota. Los Bafana Bafana, mientras tanto, empezaban a escuchar desde la tribuna menos vuvuzelas y más de un sonido universal que son los gritos de exasperación cuando se juega muy mal.

Recién a 25 minutos del final Sudáfrica pareció recordar que estaba por quedar muy cerca de ser el primer local en la historia que queda eliminado en primera ronda. A la voluntad que siempre tuvo le sumó algo de fútbol, siempre de la mano de un -en general- bien controlado Pienaar. Y ni así pudo.

La mayor calidad de Uruguay era evidente, más allá del repliegue ante la embestida sudafricana. Y entonces llegó la jugada que terminó de definir el partido. A Suárez le llegó con algo de fortuna un tiro de Forlán y enganchó ante Khune, que le cometió un claro penal. El arquero se fue expulsado y Cachavacha liquidó el resultado con la contundencia que se le conoce: arriba, a la izquierda y a cobrar. Y el tanto del final de Alvaro Pereira le dio además una diferencia de gol que puede ser un factor importante en la hora de las definiciones.

Todavía le resta a Uruguay el choque final con México y es probable que la historia no esté del todo definida para ese entonces. Pero el paso que se dio esta noche helada en Pretoria fue inmenso, para la autoestima y para los números. Como para ir recuperando de a poco aquella grandeza que la historia le dio y ninguna racha, aunque sea de veinte años, le podrá quitar nunca.

GRUPO A

FRANCIA 0
MÉXICO 2 (Hernández, Blanco (p) )

MÉXICO SE ACOMODÓ ARRIBA Y DEJÓ CASI AFUERA A UNA FRANCIA QUE ESTÁ EN EL MUNDIAL, SOLO POR UNA MANO DE HENRY



En la adversidad, se suele ver para qué está un equipo. Hoy, en Polokwane y nada menos que frente a Francia, México dio una prueba fuerte de que no está dispuesto a entregar fácil su cabeza en este Mundial y consiguió un triunfo 2-0, valiosísimo de cara a la clasificación a octavos de final. Los tres puntos, además, le permitieron alcanzar en lo más alto del Grupo A a Uruguay, justamente su rival en la última fecha.
Era a todo o nada para ambos. El empate en la jornada inaugural los había dejado sin margen. Y entonces, de entrada, ambos fueron al golpe por golpe. México, por momentos, se mostró un poco más ambicioso y con algo más de claridad. Pero los intentos cerca de las áreas se quedaban, justamente, en sólo intentos. Las subidas de Carlos Salcido por la izquierda y algunas apariciones de Carlos Vela y de Giovani Dos Santos fueron las armas principales de los aztecas. Francia, en tanto, también buscó a través de Ribéry, quien intentó -sin éxito- asociarse a Govou.Entonces, al quedar controlado el crack del Bayern, los galos tuvieron que apostar a jugar largo. Y en eso prevaleció la defensa mexicana.
Ya sobre el final del primer tiempo, Francia pudo jugar un poco más en campo rival, aunque sin demasiada profundidad. Y como México, en ese lapso, pareció sentir la temprana salida del lesionado Vela, el cero no se movió.
Si al partido llegaron con la soga al cuello, mucho más aún a los últimos 45 minutos. México, ya se dijo más arriba, respondió mejor a esa presión. Lejos de atemorizarse, el equipo de Aguirre quemó las naves y fue con todo en busca del triunfo. El ingreso de Javier Hernández por Efrain Juárez, a los 9, fue clave. Porque los aztecas ganaron en peso ofensivo. Y en menos de diez minutos, el flamante jugador del Manchester United justificó su inclusión. Aconteció a los 19, cuando el punta leyó bien el movimiento de la defensa francesa, lateralizó para evitar la trampa del offside, picó al vacío y recibió un pase largo extraordinario de Rafa Márquez (hoy volvió a ser el capitán mexicano). Solo frente al arquero Lloris, a Hernández no le temblaron las piernas y definió con categoría, luego de eludirlo. Golazo.

Lógicamente, el gol le dio tranquilidad a México y llenó de desesperación a la visita. Las caras de los jugadores franceses y la pasividad de Domenech lo decían todo. A partir de ese 1-0 se vio un solo equipo en cancha. .Pero esa supremacía terminó por plasmarse en el marcador, recién a a doce del final, por un penal que fabricó Barrera con la infantil colaboración de Abidal y que el eterno Cuauhtemoc Blanco transformó en el 2-0.

GRUPO B

ARGENTINA 4 (Higuain (3), Chu Park (en contra) )
COREA DEL SUR 1 (Lee)

ARGENTINA, UN CANDIDATO SERIO AL TÍTULO TRAS DOS FECHAS



Fue una victoria más apretada que lo que sugiere el 4-1 final. Fue un triunfo que debió lograrse sin los errores del cierre del primer tiempo y sin los notorios baches del segundo. Pero fue una demostración de contundencia a cargo de un equipo obsesivo en la búsqueda y letal con espacios. Argentina dio un paso gigante hacia los octavos de final y, desde ahora, empezará a ser mirada con más atención en un Mundial que está en etapa de consolidación de candidatos.

Mucho más riesgoso que Nigeria en los análisis previos, el equipo coreano apenas si opuso resistencia a lo largo del primer tiempo. Todo su plan consistió en anular a Messi y salir rápido en contraataque con Chung Lee y Ji Sung Park como amenazas, para lo cual armó un sistema de marcas escalonadas tan efectivo como riesgoso. Es que Messi jugó poco, es cierto, pero varios de sus compañeros disfrutaron de ventajas impensadas.

En ese marco, Argentina encontró en Carlos Tevez al factor desequilibrante. Carlitos fue imparable en cada arranque por la izquierda, desarmando el sistema defensivo coreano y abasteciendo siempre al mejor ubicado.

Un dato grafica las diferencias: Corea produjo su primer remate al arco a los 18 minutos (tiro desde lejos apenas alto de Ki). Y fue casi todo lo que hizo en la etapa. A esa altura, Argentina ya ganaba 1-0 y había entregado otras dos aproximaciones. El gol llegó con algo de fortuna, es cierto, pero materializó en la red la diferencia de actitud: a los 16, un centro de Messi desde la izquierda encontró en el camino una pierna de Chu Young Park.

Nada cambió con la apertura. La Selección siguió dominando a voluntad y produjo una situación de gol detrás de la otra. El ya mencionado zapatazo de Tevez a los 27, precedió al 2-0. A la salida de un tiro libre (por falta a Tevez), Messi jugó con Maxi. El centro de Rodríguez fue peinado por Burdisso e Higuaín, habilitado, cabeceó al gol.

Mascherano mandaba en el medio, Maxi y Di María iban y venían y Tevez jugaba y hacía jugar. La única preocupación pasaba por entonces por la lesión de Samuel, reemplazado por Burdisso.

Lo tuvieron Higuaín y Tevez en la misma jugada. Hasta que llegó el error de Demichelis en el minuto final -y fatal- del primer tiempo. Toque de zurda de Chung Yong Lee y 2-1 con sabor a injusticia.

Ese gol cambió el desarrollo del partido. Corea salió a jugar el segundo tiempo con más audacia, cambiando ataque por ataque. Y Argentina, inexplicablemente, aceptó la propuesta. Fueron 20 minutos en los que pudo cerrarlo la Selección con remates de Higuaín y de Tevez que tapó el arquero Jung. Pero también pudo igualar Corea con una contra perfecta que Yeom no definió bien.

Pero habrá que aceptar que Argentina jugará así hasta el fin del torneo. Exhibirá desorden defensivo y desequilibrio en el medio, pero será temible adelante. Así empezó a resolver el duelo a los 31, cuando Higuaín -en offside- empujó al gol un rebote en el palo tras un tiro de Messi. Y lo cerró a los 35, otra vez con una aparición del delantero del Real Madrid tras un contraataque fulminante y otra vez de cabeza. Tevez ya le había dejado su lugar a Agüero -envió el perfecto centro del último gol- y Bolatti ingresó sobre el final -¿un poco tarde?- para darle una mano a Mascherano. El partido estaba definido.

Habrá que rearmar la defensa ante Grecia, aunque acaso la clasificación esté asegurada entonces. Faltará Jonás -doble amarilla- y acaso Samuel. Habrá que ajustar serias cuestiones de funcionamiento atrás y en el medio. Pero deben estar más preocupados los próximos rivales... No abundan aquí los Tevez ni los Higuaín. Y Messi hay uno solo.

GRUPO B

GRECIA 2 (Salpingidis, Torosidis)
NIGERIA 1 (Uche)

GRECIA DIO VUELTA EL RESULTADO Y GANÓ SU PRIMER PARTIDO EN MUNDIALES



Uche fue el encargado de abrir el marcador en el duelo posterior al 4-1 de la Selección ante Corea del Sur. El nigeriano dueño de la camiseta número 12, envió un centro al área que nadie pudo empujar ni despejar. Un gol medio extraño para un partido que no tenía nada para destacar.


Hasta el momento, la lógica, pensando en lo que fue la primera fecha, se daba a la perfección. Castigo para Grecia, quizás uno de los peores equipos del primer partido, famoso por su fortaleza defensiva, que pareció olvidarse en su país. Premio para Nigeria, que perdió apenas 1-0 con Argentina, pero que contó con alguna que otra chance para convertir, al menos, un gol.


Pero las cosas se le iban a empezar a complicar a los africanos. Y no por aciertos del rival. Porque llegando a los 33 minutos, Sani Keita reaccionó contra Torosidis y vio la roja por parte del colombiano Oscar Ruiz. El africano le tiró una patada al griego, en un inútil forcejeo al costado del campo y rápidamente comenzó a lamentarse por el error.


El final del primer tiempo encontró a Grecia mucho más adelantado. Encontró en la expulsión de Keita un empujón muy importante para llegar al ansiado empate, que por cierto, no había buscado en los 30 minutos anteriores. Primero Samaras remató tras un centro de Karagounis y en la línea apareció Haruna para despejar el peligro. Luego, el gol.


A los 43, Salpingidis remató tras una habilitación de Katsouranis, la pelota se desvió en Haruna, el mismo que había salvado el empate un rato antes, y el marcador se clavó en el 1-1 para ir al descanso.


El segundo tiempo tuvo un vértigo mucho mayor del primer tiempo. Con un equipo en la búsqueda de la victoria como Grecia y otro a la expectativa, aprovechando el adelantamiento de su rival para ir en busca del triunfo con alguna contra sorpresiva.


Lo tuvo muy clarito Grecia, con remate de Gekas, tras un grosero error del capitán Yobo, quien dio un pase al medio, dentro del área, pero que el arquero Enyeama tapó de manera magnífica. En la contra, lo tuvo Yakubu y luego Obasi, en el rebote que dio Tzorbas, pero la pelota terminó afuera del arco.


Volvió a insistir Grecia con centros y remates desde afuera. Y otra vez apareció el arquero rival para enmendar los errores de sus defensores. Pero Enyeama no es perfecto. Y los griegos lo comprobaron a los 26 minutos del segundo tiempo.


Tziolis remató desde afuera del área, el arquero nigeriano dio rebote y Torosidis, quien había provocado la expulsión de Kaita, la empujó para conseguir una victoria que deja a Grecia en carrera, con la ilusión de conseguir la clasificación jugando ante Argentina, en el cierre del Grupo B.


El resultado final dejó a todos los equipos con chances. Corea se medirá con Nigeria, sabiendo que tiene 3 puntos y la misma diferencia de gol que los griegos, pero con más tantos a favor. Los africanos deberán vencer a los asiáticos y esperar una caída de los europeos, por lo que sus posibilidades siguen siendo grandes. Grecia, claro está, deberá sacar un buen resultado ante Argentina y esperar que llegue una manito en el otro partido.

GRUPO C

ESLOVENIA 2
ESTADOS UNIDOS 2

ESLOVENIA GANABA POR DOS GOLES Y CLASIFICABA A OCTAVOS PERO LOS YANQUIS EMPATARON "LA SERIE"



Estaba a punto de convertirse en la primera selección en clasificarse a los octavos. Estaba a punto de dejar más que complicado a Inglaterra en el Grupo C. Pero Eslovenia perdió esos tres puntos que parecían asegurados a solo nueve minutos del final del partido. El equipo de Matjaz Kek empató 2-2 con Estados Unidos, pese a haberse ido victorioso al vestuario con un 2-0 arriba. Parece la maldición del 2-0, porque por más que muchos puedan decir "que me den la ventaja de dos goles cuando empieza el partido", lo cierto es que ese resultado algo raro tiene y esta vez lo sufrió Eslovenia.

En los primeros minutos hubo más lucha que juego. Los europeos promovían un juego áspero con un buen esquema defensivo, en tanto que los norteamericanos intentaban a través de Donovan, su figura, llegar al gol. Pese a esa diferencia, Eslovenia fue el que primero trajo peligro al área rival, a los 10 minutos, con un centro de Birsa que no pudo conectar Novakovic. Aunque, apenas tres minutos después, con un zurdazo espectacular al ángulo del segundo palo, Birsa marcó el 1-0.

Cerca estuvo Estados Unidos de empatar. Primero, con un tiro libre de Torres (a los 36 minutos) en el que se lució el arquero Handanovic. Y luego, a los 41 minutos, con una salvada milagrosa del defensor Brecko cuando entraba por el segundo palo Donovan para empujar la pelota que venía de un centro de Dempsey.

Sin embargo, en la siguiente jugada, a los 42 minutos, Eslovenia liquidó la ilusión de Estados Unidos de irse al descanso con el empate en el bolsillo, porque Ljubijankic recibió de Novakovic para anotar de derecha el 2-0, ante la salida del arquero Howard.

En el segundo tiempo, Estados Unidos se tomó revancha y cuando corrían apenas dos minutos Donovan fue el encargado de descontar para mantener las ilusiones del equipo de Bob Bradley. El 10 aprovechó un pase largo desde el fondo que el defensor esloveno Cesar no logró interceptar y remató fortísimo de derecha a quemarropa, ante un tímido arquero que se quedó debajo de los tres palos.

Mientras Eslovenia ya pensaba en los octavos, Estados Unidos estaba más despierto que nunca y a los 36 minutos consiguió la igualdad, cuando Bradley, el hijo del DT del equipo, Bob Bradley, tocó con la punta del pie derecho el pase de Altidore. Peor fue aún cuando minutos después, inexplicablemente, el árbitro Koman Coulibaly le anuló el gol que hubiese significado la victoria para ir al partido con Argelia con chances claras de avanzar a octavos.

Así, Estados Unidos rescató un punto con sabor a poco cuando estuvo a un paso de ganar el partido, si no hubiese sido por la acción del árbitro, que anuló un gol legítimo. Eslovenia, en tanto, deberá buscar la clasificación que hoy se le escurrió ante la siempre complicada Inglaterra.

GRUPO C

ARGELIA 0
INGLATERRA 0

INGLATERRA NO APARECE, VOLVIÓ A EMPATAR Y SUMA OTRA DECEPCIONANTE ACTUACIÓN



No hace falta ir muy lejos en la historia de los Mundiales para recordar a equipos ingleses que arrancan el torneo mal y terminan mucho mejor. Pero este arranque de los de Capello, candidato para algunos antes de que empezara a rodar la pelota en Sudáfrica, es preocupante. Más allá del 0-0 con Argelia y de no haber podido ganar tampoco en el debut. Es el fútbol de Inglaterra el que no aparece, y que deberá llegar en la última fecha ante Eslovenia para que el sueño no termine demasiado pronto. Allí, ganar alcanzará para avanzar. Pero un nuevo tropezón significará el final.

La primera novedad estuvo antes del partido. Los dos técnicos decidieron borrar a sus arqueros, responsables de goles que les costaron puntos importantes en sus respectivos debuts. Capello sentó a Green por su blooper contra EE.UU. e incluyó a James, mientras que Rabah Saadane le hizo pagar a Chaouchi el grosero error que causó la caída ante Eslovenia y habilitó una oportunidad para Mbolhi. Se pueden cuestionar sus decisiones desde lo humano, pero lo cierto es que los dos nuevos elegidos respondieron muy bien.

El decepcionante empate ante EE.UU. en el primer partido, lejos de motivar a Inglaterra para su segundo compromiso, la llenó de nervios. La noción de que un nuevo tropezón podía hasta comprometer el pase a octavos de final dejó ver a un equipo inseguro, que pese a sus grandes figuras no lograba comprometer a un rival que planteaba el partido con inteligencia.

Argelia, mientras tanto, aguantó desde el comienzo del partido con una defensa de cuatro jugadores que casi no tuvo fisuras y manejó la pelota con inteligencia en el medio. El mayor brillo lo aportaba Ziani, difícil de controlar para la defensa inglesa y criterioso en la mayoría de las entregas. También aportaba lo suyo Boudebouz, aunque sin llegar a inquietar mayormente a James.

Se podía pensar que Inglaterra iba a subir la apuesta en ataque a medida que corrían los minutos. Lo único que se hacía evidente era el nerviosismo de sus jugadores y la impotencia para generar peligro, algo que se reflejó por ejemplo en la cantidad de veces que Rooney tuvo que bajar a buscar la pelota hasta mitad de cancha.

Sobre el final, Argelia se conformó definitivamente con empatar ante uno de los grandes del fútbol mundial y bajó la cortina. Inglaterra tampoco tuvo antídoto contra esa receta y se fue entonces con una nueva decepción. Que de todas maneras la mantiene en carrera y con buenas posibilidades de llegar a octavos. Eso sí: para que ese avance valga la pena tendrá que conseguir algo más que un triunfo ante Eslovenia. Y pagar en la cancha lo que los nombres de sus figuras prometen.

GRUPO D

ALEMANIA 0
SERBIA 1 (Jovanovic)

LA DERROTA MÁS INESPERADA



Serbia le puso un freno a la euforia alemana. Y de paso se metió en la pelea por la clasificación a los octavos de final. El 1-0 en Port Elizabeth se convirtió en una de las grandes sorpresas del campeonato. Porque Alemania había brillado en el debut ante los australianos y llegaba a este encuentro como claro favorito.
El inicio fue lento e impreciso, una constante de este Mundial. Con Alemania apenas más ambicioso. Pero sin ser una topadora. Inquietó con la movilidad de Podolski y con los remates de media distancia de Schweinsteiger. Poquito. Pero el partido recién se destrabó a los 32, cuando Klose vio la segunda amarilla por reiteración de faltas. Y, enseguida, Serbia le asestó a Alemania un golpe letal. Centro desde la derecha, que el gigante Zigic bajó de cabeza para Jovanovic. El volante le ganó a las dudas defensivas y la empujó a la red.
El equipo de Low lo pudo empatar sobre el final del primer tiempo pero el bombazo de Sami Khedira rompió el travesaño. El rebote lo capturóMuller, pero su chilena la despejó un defensor sobre la línea.
Alemania, pese a estar con diez, salió hecho una tromba en la segunda parte. Arrinconó a su rival y lo tuvo contra las cuerdas. A Schweinsteiger le falló la puntería y Podolski desperdició un penal infantil que cometió Vidic (tocó la pelota con la mano en una acción infantil). El tiro del delantero fue suave y anunciado y las loas se las llevó el arquero Stojkovic, que se quedó con la pelota junto a su poste izquierdo.
En los últimos 25 minutos de partido, Alemania fue sin ideas, pero fue Serbia el que estuvo más cerca de convertir. Milos Krasik rompió el palo de Neuer y Zigic asustó un par de veces más al arquero alemán. Con el pitazo final, los serbios festejaron un triunfo histórico.