nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol

Tema: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Vie Jul 27, 2012 12:46 am

Hora de abrirle un hilo a nuestra futura campaña de rol, una que lleva años y de la cual solo quedan dos miembros originales, Sasha y el master, Nephelim. A ellos, hace dos años, nos unimos su pareja y yo, quien les escribe. Abandonamos hace un año y dentro de un par de meses retomaremos con nuevos personajes.

La intención de este hilo es colgar como nos va, mostrarles los personajes que encarnamos y las historias que se arman en torno a cada acción.

Espero les guste como nos gusta a nosotros vivir un momento en ese mundo, esa New Orleans de la década del 20.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Vie Jul 27, 2012 7:47 am

Ya me ha picado la curiosidad

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Lun Jul 30, 2012 10:47 pm

Pues, ya traeré noticias

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Jul 31, 2012 5:08 pm

Tengo ganas de ver cómo va la cosa, podrías ir poniendo la historia

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Jul 31, 2012 10:07 pm

No más diganme como jugar, y yo me enlisto.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Miér Ago 01, 2012 12:52 am

Ojalá pudieras, pero hace falta qe vengas a casa para jugar, que no puede hacerse en línea o al menos no sé como hacer eso.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Lun Ago 13, 2012 7:37 pm

quiero ver esto, me interesa

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Ago 14, 2012 1:09 pm

¿y la historia? seguimos esperando

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Sáb Ago 18, 2012 2:02 am

Primero subiré los datos del que será mi personaje, un vanmpiro del clan Malkavian llamado: Lucio Yavhé

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Ago 28, 2012 12:42 pm

seguimos esperandoooo, iujuuu

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Lun Oct 15, 2012 6:14 pm

Aye, perdón por no haberlo puesto antes, me dsculpás?

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 4:54 am

Seguro que sí y estoy convencida que nos seguirá con una bebida en la mano y disfrutando de la vista tan buena que debe tener

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 5:11 pm

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 5:23 pm

Lo lamento tanto Andrea... pude por lo menos presentarte a Kassandra... me ibas a putear, mucha historia de amor dentro de la otra historia (los benditos "te amo" aunque no los repetí tanto jejeje) pero por ahí te gustaba aunque sea leer que puedo hacer un personaje diferente a Sasha.

S.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 6:39 pm

Aye, hermosa, espero que puedas leerlo o al menos sacarte la duda si es que ya no lo hiciste en esos viajes astrales.

Lo que voy a ir colgando es la historia de mi personaje y fotos. No sobra decir que mi Lucio Jahvé es la imagen de Tom Cruise. Luego de la historia, pondré la ficha de juego, digamos que los puntos que tiene mi personaje, a favor y en contra, aunque eso lo explicará mejor, mi besha.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 7:18 pm

Dios, Satanás, el bien, el mal, el fuego, el hielo, todo, nada. Qué cómodo, qué envidiable, sería poder elegir, simplemente elegir. Poder echarle mano al libre albedrío y no crucificarme del derecho y de revés en el discernimiento eterno, en esa disputa maldita de ser y no ser, o de ser demasiado o no ser nada. Mi vida, ese período de latidos y semen urgente, ese lapso de sangre y heridas, siempre ha discurrido a través de un callejón impregnado de luces y de sombras, lindado por dos veredas, una maldita, la otra, no. Si tan solo pudiese caminar en línea recta y no besarlas a ambas, una y otra vez. Una y otra vez, todo el tiempo, una y otra vez. Y ahora, en la muerte, nada cambia, ¿por qué debería de cambiar? Al fin de cuentas, somos animales de carga y esa carga nunca nos abandona, ni en la vida, ni en la muerte. Deberías saberlo, lector. No somos ni mejores ni peores, ni antes ni después. Somos. Y eso, el ser lo que somos, nunca será lo que hubiésemos querido que sea.
Mi nombre es Silas, no tengo apellido, aunque me llamaban “FaceOff”. Sí, sé que no es un apellido pero durante muchos años me llamaron de esa forma, por lo que hasta casi pierdo mi propio nombre en detrimento de aquél. El apodo me fue otorgado por aquéllos que se burlaban de mi lado místico. Ese otro yo, esa aparición luminosa que se apretujaba dentro de mi cuerpo contra mi alma y pujaba en pos de un lugar. Esa entidad blanca y pura, paciente y redentora, recta y supuestamente ecuánime, ese trozo de cielo, era, es, Dios mismo. Aún recuerdo cuando aterrizó en mi pecho y habló en mi cabeza: “Ya no sufras más, hijo mío, he llegado a ti para que puedas soportar los castigos, el olvido, los odios, la indiferencia, hasta los golpes. He venido a ser parte de ti, sangre de mi sangre, alma de mi alma. Ya no sufrirás solo… ya no más soledad” retumbó en mi mente a modo de latidos profundos, de caricias internas, y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Yahvé estaba en mí, pero no su idea ni su dogma, estaba tan literalmente en mí que era yo.
Creo que olvidé decir que nací a principios del siglo XX, no sé exactamente el año pero si el lugar; Waco, un pueblito polvoriento ubicado en el centro del estado de Texas. Sé que fue en el mes de mayo, un día doce. Me lo dijo mi padre luego de golpearme con su báculo. Imagino que su conciencia se hizo presente por unos segundos y me dio el dato como un pedido de disculpas. Recuerdo ese día. Mi cabeza, mis costillas, mis piernas y mis brazos… también. Justamente fue un doce de mayo y desde entonces, mi maldición, mi dualidad. Dios, Satanás, el bien, el mal, blanco, negro, nunca gris. Aquél día nació Lucio. Llegó como una bocanada de fuego. Encendió mis ojos. Chamuscó mi alma. Ya les hablaré de él.

Volviendo al instrumento golpeador, recuerdo que durante las misas y reuniones religiosas, el báculo estaba adornado por una cruz de Malta, en alegoría a las Cruzadas, y que en la intimidad cambiaba la cruz por la cabeza de una serpiente, que decía él, refería al pecado original. Con el tiempo descubrí que no era un simple báculo marcador de caminos. En su interior descansaba una pequeña espada de filo mortal. Un arma asesina que, conociéndolo, habrá sentido el calor de la sangre fresca.

Él decía que ese pedazo de madera lustrosa y decorada con oro y plata, era un corrector de perezosos de la fe, de débiles coronarios, de los hijos del pecado. Y para él, todo ser que caminara sobre la tierra era merecedor de esa golpiza santa. Todos menos él. Se llamaba Adonai Damond, el obispo Adonai Damond. Un perfecto hijo de puta. Haz lo que digo pero no lo que hago. Da tu otra mejilla de ser necesario, pero no se te ocurra acariciarme siquiera. Ofrécele la vida al prójimo que yo me sentaré a ver el espectáculo. ¿Su cruz? Yo. Hijo ilegítimo de madre desconocida, aunque se rumoreó que una vez dejó embarazada a la prostituta equivocada y esta juró desenmascararlo ante los fieles de la iglesia. Eso fue días después de mi nacimiento. Nunca más se supo de ella, y su hijo, este quien les escribe, fue criado entre monjas, cruces, santos y agua bendita, a la sombra de un padre que no me dio ni siquiera el apellido, solo techo y golpes. Escondido. Oculto de sus fieles. Barrido bajo la alfombra de su deshonra.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 7:29 pm

El techo que me dio fue una habitación ubicada en uno de los sótanos de la iglesia que presidía y en la cual vivía. La Iglesia de “los pasos perdidos”, como le llamaban oficialmente. La misión del obispo era encaminar a justos y pecadores. Imagino que vivir en la boca de un lobo hubiese sido más fácil y llevadero, pero era lo que había tocado en suerte, incluso, puedo decir que me fui acostumbrando a ello. Y mi dualidad también.

La iglesia se situaba en Houston, ciudad texana a orillas del Golfo de México, la nueva perla norteamericana a partir de 1901, año en el que el petróleo la convirtió en una de las ciudades más importantes del continente. Pero esta es mi historia, no la de la ciudad que me contuvo hasta mis veintinueve años. Mi hogar se reducía a esa habitación de dos metros por dos metros ubicada en uno de los tantos sótanos que servían para contener a los pecadores que no sabían ni podían encaminarse. Una especie de prisión clandestina que la iglesia compartía con la policía estatal, de las más estrictas del país. Por supuesto, en total hermetismo. Era cosa de todos los días toparme con asesinos y reos cada vez que pretendía mear o cagar en un baño tan lleno de mierda como aquéllas almas, incluso llegué a compartir almuerzos y meriendas cuando tenía la suerte de comer algo más que pedazos de pan y verduras mal cocidas.

Me criaron las monjas con órdenes de no enseñarme a leer ni a escribir, supongo que al obispo le servía mi ignorancia. Dicen que aquéllos que cargan con armas y no tienen estudios, están completamente desarmados. Algo así. Hombre ignorante, hombre dormido e indefenso. Eso le daba la seguridad que mi mente no podría mostrarle a mi boca lo que debía contar, los vejámenes por los que me hacía pasar, la violencia verbal y física, tan continua, tan desgastante, y lo principal, que todos sepan que el gran obispo ejemplificador de almas tenía un hijo producto de una de sus tantas noches de sexo con prostitutas.

Para su desgracia, una monja enamorada de mi rostro y de mis dotes en la cama y en el suelo, me introdujo en el mundo de las letras. Se llamaba Magdalena LeSalomé, tenía treinta años y un par de senos dignos de encuadrarlos. Yo tenía la mitad de sus años y muchas ganas de aprenderlo todo. Para completar, soy un autodidacta. Leía cuanto libro podía sustraer temporalmente de la biblioteca de la iglesia. Nunca robe, es uno de los mandamientos a ser respetados. Historia, arte, política, geografía, religión, más religión… todo. Mi mente siempre pedía más. Siempre mi ser pidió más. Un vampiro del intelecto.

Cierto día, un doce de mayo, llegó a mis manos un libro sobre seres sobrenaturales. Poseía una tapa confeccionada con supuesta piel humana. Hadas, dragones, brujas, hombres lobo, vampiros, cambia formas, hechiceras. Todos gozaban de la eternidad a su merced pero ninguno había sido visto por el ojo humano. Demasiado hábiles y astutos, o simples mitos, fábulas, mentiras para sentirnos más inseguros de lo que somos y así recurrir al favor de la cruz.

Lucio estaba seguro de la existencia de ese mundo oculto y oscuro. Deseaba esa forma de vida como el amanecer al sol. Jahvé se inclinaba por creer que todo se trataba de un vil cuento humano para confundirnos y descarriarnos, pero también creía sin decirlo. Al fin de cuentas, si existía Lucio, ¿por qué no esos seres oscuros? Una noche de esas de luna llena y mucho que pensar, los tres llegamos a una conclusión. Sea cual sea ese mundo, existiese o no, nos estaba desvelando, nos tenía colgados desde los pies, nos mantenía alertas todo el tiempo. La decisión no fue unánime, pero ¿quién en su sano juicio no coincide con sus propias decisiones? En nuestro caso, no importó eso, simplemente deseamos ser otros. Demasiada tortura para una sola alma. ¿Cuánto podríamos soportar vivir en un solo cuerpo, en una misma mente, en un corazón único? Y encima, solos en el mundo, sin más nadie que nosotros mismos. Demasiado. No se puede, ni en este mundo ni en los otros, pero la eternidad podría darnos una cura a largo plazo. Podría liberarnos, ser nosotros mismos, o él mismo, o lo que sea. Nos confunde, siempre nos ha confundido, pero sabemos que puede ser otra alternativa. ¿No crees? Nuestro padre nos enseñó a creer. Y a no creer. Así que memorizamos lo que había que memorizar de ese libro y lo pusimos en su lugar. Aquél rincón oculto de la gran biblioteca eclesiástica.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 7:30 pm

Aún veo la elipse de aquél báculo desde la nuca del obispo, mi padre, o como quieran llamarle, descendiendo una y otra vez hacia mi cuerpo, solo por preguntarle sobre el día de mi nacimiento, sí, el día… ni siquiera el año, maldito bastardo. Aún recuerdo el fogonazo dentro de mi cabeza, las lágrimas calientes deshaciéndome el rostro y el alma, el crujir de los huesos de mis extremidades, la sangre saliendo por mi boca, solo sangre, nada de palabras, ni siquiera gritos. Y el estallido. Dios, Satanás, bla bla bla. Yo, Lucio y Jahvé. Silas Lucio Jahvé. Sí, un eterno prisionero. Mi habitación, mi padre, mi cuerpo y mi mente. Y me aferro al timón de la esperanza, siempre tiene que haber esperanza y redención, ¿no es cierto, Lucio? Claro que no, Jahvé, la esperanza no quita ni un gramo de la mierda que nos contiene tras caernos encima, pero comparto lo de la redención aunque a mí me gusta llamarla, venganza. Menos hipócrita, ¿no crees, Jahvé? Y así es como dentro de mí, surgen debates, discusiones, comparaciones, estallidos con los que me he acostumbrado a convivir y que de no tenerlos, hasta los extrañaría. Ya no intento reprimirlas. Son parte de mí. Son mi compañía, mi forma de compartirme. Quizá, a veces, me moleste y me duela perder parte de mi vida en pos de sus vidas. Cuando uno aparece, me anula y ya no soy sino una voz dentro de mi propia cabeza aunque luego no recuerde nada de lo que ha sucedido en mi ausencia física. Pero como puede alguien pretender todos dulces en una vida de amargos.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 7:31 pm

Necesitaba ese báculo. Mi sangre lo tiñó de rojo y lo hizo mío, pero el obispo no se desprendería jamás de él. Veintinueve años es mucho. No había robado salvo el tomar libros prestados sin que el dueño lo sepa, no había matado salvo a mi propio ser, mi pecado solo había sido nacer de la nada absoluta y caer en manos de un todopoderoso pecaminoso y ególatra. Un verdadero hijo de puta, no con mi literalidad sino con su forma de vivir y de ser. Vaya paradoja. No merecía tal
condena, no tantos años. Tenía que cobrarme tanto dolor. Nos lo debía. No fue difícil para Lucio. Él siempre sabe cómo hacer el trabajo sucio y salir indemne de ello. Alentar una rebelión entre los pecadores encerrados en los subsuelos, darles las llaves, instarlos a derrocar al mismo demonio de mitra y solideo, y escapar, lo más lejos posible. Solo tuvo que alienar a base de discursos corrosivos sobre romper las reglas, hacer uso del libre albedrío que incluso, es mencionado en la misma Biblia y luego, la masa hizo el resto. Tomaron la catedral, quemaron a dioses y santos, a vírgenes y otras figuras, y escaparon, no sin antes dejarme el báculo, mi parte del botín. Dejaron con vida a todos, por pedido de Jahvé, incluso al obispo.

Lo ataron abrazado a su púlpito. Desnudo, temblando de frío y de miedo y de dolor y de rabia. Tan frágil, tan débil, tan terrenal, solo en su soledad, aquélla soledad en la que me había arrojado desde mis primeros pasos. Sus carnes blancas, sus canas, su pene flácido y marchito, daban nota de su estado de deterioro, de su humanidad, de los últimos destellos de su existencia. Tomé el báculo con mis dos manos, lo observé y puedo jurar que hasta sonreí por sentir el paso de la hora de la redención, de la venganza, de hacer justicia o tomar revancha. No importaban verbos y adjetivos, importaba que, por fin, todo eso llegaría a su final. Y se dibujo una elipse sobre mi cabeza que bajó hasta la suya una y otra vez, lo suficiente como para apagar los gritos y secar las lágrimas con el ir y venir de mi arma letal, mi justicia divina y humana, las dos a la vez. Dios y Satanás residen en mi cuerpo. Yo soy... y ellos conforman el resto de mi existencia. No hizo falta la oscuridad de Lucio o la luz dudosa de Jahvé, ni siquiera hicieron falta sus debates dentro de mí. Yo mismo acabé con el hijo de puta más grande de mi historia, con el hacedor de todas mis desgracias, incluso el creador de esta tortura de vivir pensando que maté a mi padre sin compasión alguna. Mi catarsis, hablar con Lucio y con Jahvé, dentro de mi cabeza, lejos del mundo.

Y me fui, con todas las libertades ardiendo en mis venas. Nadie sabía de mi existencia. El obispo se ocupó de mantenerme en secreto hermetismo. Caminé, hice dedo, de noche y de día, y llegué a New Orléans, la ciudad de los pecadores, esa ciudad, la más mencionada en aquél libro de seres sobrenaturales y en la que me sentiría cómodo, al fin y al cabo, soy algo sobrenatural, un ente extraño, raro, anormal. Lucio, feliz por sentirse en casa, Jahvé feliz por tener material para enderezar y Silas viviendo al día, tratando de seguir con todo el peso de su culpa y con la carga de sus dos mitades. FaceOff. Mi apodo, m apellido, mi descripción exacta. Todo es por algo. Lo bueno. Lo malo. Todo.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 7:32 pm

SILAS “FACEOFF”: Reconoce como padre al obispo Adonai Damond, y lo detesta, aunque vive con la culpa de haberlo asesinado. Recuerda a su amante y maestra, Magdalena LeSalomé, no con el amor de enamorados sino con respeto y cariño. Ella fue la única que aceptó la existencia de un Silas-Lucio-Jahvé. Es hierático, de pocas palabras, desconfiado, de mirada perdida, introvertido, a veces tímido. Suele escuchar debates íntegros entre la personalidad A y la B cada vez que surge algo que lo confunde. Lleva el báculo amarrado a su cintura desde un cinturón ancho de cuero y cuando debe tomarlo, lo hace con las dos manos.

LUCIO (A): Lucifer. Es el diablo, aunque se llama Lucifer solo para describir con un nombre lo que es. Es el lado oscuro. Irreverente, rebelde, iracundo, sarcástico, volátil, de mirada roja, profunda, envuelta en el mismísimo infierno. Suele instar a Silas a ser visceral y frontal, en ser una especie de guerrero con ansias del choque a como sea, no sigue las reglas, intenta romperlas aunque piensa en las situaciones que requieren de más cuidado para contragolpear después. Mantiene discusiones con (B), al que bastardea y ningunea por débil, según sus palabras. Lleva el báculo en su mano izquierda. LO ACTIVAN LOS SENTIMIENTOS MALOS O PERVERSOS, LA IRA, EL ODIO, TODO LO QUE LE HAGAN SENTIR TERCEROS. LO DESACTIVAN LOS SENTIMIENTO CONTRARIOS A LOS ANTERIORES.

YAVHÉ (B): Dios, llamado Yahvé por ser uno de los nombres de Dios. Es el lado tranquilo, claro. Conciliador, bondadoso, mirada amarilla, busca resolver las cosas desde su lógica omnipresente y todopoderosa. Busca la redención de las personas a toda costa, necesita que los malos paguen por sus pecados o que puedan darse cuenta de ellos para acomodarlos. Recto, brusco en decir las cosas, intenta seguir las reglas, sus reglas, no la de los hombres, por lo que también actúa según sus formas. Llega a renegar de la Biblia por ser un escrito antiguo por hombres antiguos. Suele conversar con Silas, instándolo a hacer el bien, y mantiene discusiones con (A). Lleva el báculo en su mano derecha. LO ACTIVAN LAS ACTITUDES QUE REQUIERAN DE UNA REDENCIÓN, DE UNA GUÍA BLANCA. LO DESACTIVAN LOS ARREPENTIMIENTOS, LOS QUE SE ARRODILLAN ANTE ÉL.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 7:32 pm

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 7:34 pm

nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Lestat-lestat-15229215-694-361

Lucio Jahvé, es del clan Malkavian, ya les contaré de tal clan, aunque la experta es Sasha

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 7:36 pm

Pues hágase experto, usted es el Malkavian y debe conocer su clan

S.

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Mar Oct 16, 2012 7:39 pm

Jejejeje

Tema: Re: nEW oRLEANS, nuestra campaña de rol Vie Ene 25, 2013 6:22 pm

Bueno, finalmente tengo tiempo para subirles la historia terminada de mi personaje...

Al final me salieron 43 páginas... y eso que le faltó. Luego les subo la hoja tal cual como quedó. Yo quedé muy satisfecha.

En el próximo post la historia de Kassandra Constantine Saltzman, mejor conocida como Isobel Saltzman.

S.