sAN lORENZO dE aLMAGRO, pASIÓN dE lAS pASIONES

REAL POTOSI 2 - SAN LORENZO 3

Revivió el Ciclón

El equipo de Ramón hizo historia en la altura de Bolivia. Perdía por dos goles, pero reaccionó y lo dio vuelta. Romeo, Chávez y Aureliano Torres le dieron el primer triunfo al Cuervo y reavivaron la ilusión de clasificar a los octavos de final de la Copa Libertadores. Loayza y Pintos anotaron para los locales que terminaron con diez.

El comienzo de San Lorenzo en la Copa Libertadores 2008 no fue de lo mejor. El equipo dirigido por Ramón Díaz y reforzado con jugadores de nivel internacional no respondió en las primeras dos fechas y quedó muy relegado en el Grupo 1. Hoy, en la tercera presentación, el Cuervo tenía la chance de despegar, pero en lugar muy complicado. Real Potosí, a 3.967 metros de altura, el escollo.

El razonamiento típico que sale a relucir en las especulaciones previas sobre la Copa, dice que para poder conseguir el pase a los octavos de final, un equipo debe ganar todos sus partidos como local y rescatar algún punto de visitante. San Lorenzo, hasta el momento no había conseguido ninguna de esas dos variantes. Debutó perdiendo en Caracas y después empató en el Nuevo Gasómetro contre el Cruzeiro de Brasil. Así fue que la clasificación comenzó a complicarse para los de Boedo.

Es por eso, que San Lorenzo viajó a Bolivia con una presión muy importante sobre sus hombros. Aunque en el comienzo del encuentro de esta noche no se notó. Con un esquema similar al que utilizó Ramón para enfrentar a Racing, el equipo se plantó de igual a igual en la altura. Y tuvo sus chances. Primero Bernardo Romeo cabeceó dentro del área y el arquero local tapó de manera increíble el primer tanto. Después, fue el mismo Berni el que lo tuvo mano a mano con Hugo Suárez y lo desperdició reventando el travesaño.

Rápidamente llegó la respuesta del equipo local y con un zapatazo, Loayza tiró al tacho todo lo hecho por el Cuervo en los primeros minutos. Iban 18 minutos y San Lorenzo se encontraba con el resultado en contra, ante un escenario en el que es casi imposible para dar vuelta un resultado. Pero eso no fue todo. A los 32, Pinto hizo lo que quiso en el área de los de Ramón y marcó el segundo, con el arco solo. Doblete del Potosí y golpazo para la visita.

Pero en la segunda mitad se hizo el milagro. Real Potosí era dueño y señor del partido y parecía que tenía un triunfo cómodo, pero a la postre no fue así. A los diez minutos del complemento sufrió la expulsión de Gonzalo Galindo por jugada violenta contra Diego Rivero y todo se desmoronó para los bolivianos.

San Lorenzo lo buscó con más fuerza que fútbol, sacó aire de donde no tenía y lo dio vuelta. Romeo descontó a los 18 con un remate de cabeza, el pibe Cristian Chávez igualó con un disparo en la puerta del arco tras un rebote en el palo a los 34 y finalmente, Aureliano Torres desniveló a los 43, con un bombazo desde el punto de penal.

Ahora, los de Ramón Díaz, que ya veían muy lejos la chance de clasificar a los octavos de final, vuelven a soñar. Acumulan cuatro puntos, dos menos que Caracas y tres debajo de Cruzeiro, rivales que deberá enfrentar en la segunda vuelta. El Real Potosí cierra el Grupo 1 con cero unidades. Ah, fue la primera victoria de San Lorenzo en la altura.

Sexto triunfo consecutivo, cuarto en el torneo local que lo ubica a cuatro puntos del puntero. Esta vez la víctima fue el campeón Lanús, al que batió por tres a uno, con dos goles de D´alessandro y uno del artillero Silvera.

"CIEN AÑOS PASAN VOLANDO, CUERVOS"

San Lorenzo es justamente San Lorenzo (Massa) y esos pibes que pateaban en las calles de Almagro y que terminaron siendo los primeros defensores de la azulgrana.

San Lorenzo es Los Camboyanos, héroes ochentosos ad honórem.

San Lorenzo es Jacobo Urso, mártir de la pasión, ni con dos costillas perforándole un pulmón dejó la cancha para, un par de días después, dejar la vida.

San Lorenzo es Insua y Rinaldi, Gorosito y Acosta, Silas y Romeo. Y tantos más...

San Lorenzo es Diego García, carismático primer ídolo que ostentó el club.

San Lorenzo es esa muestra de fútbol total adelantada desplegada caseramente primero, y por Europa después, en ese glorioso 46, con el tridente Farro-Pontoni-Martino robando suspiros.

San Lorenzo es el Viejo Gasómetro, cuna de cracks, vueltas olímpicas, Wembley Porteño que albergó a la Selección en años felices, el saltito en el tablón y ese abrazo espontáneo con no se sabe todavía quién.

San Lorenzo es el rosariazo del 95 y el eterno alarido del Gallego González y de todos esos miles de fieles que viajaron porque creen en los milagros.

San Lorenzo es Veira. El Veira jugador, el entrenador, el hombre de barrio, de café y de billar. El que se emociona al hablar de "lo que va a ser la fiesta del Centenario".

San Lorenzo es el Ingeniero Pellegrini y su construcción récord (¡13!) del 2001. Y es Los Ramones.

San Lorenzo es Albretch, Pena, Rendo, Michelini, Telch, Omar García, Scotta, Fischer, Irusta, Saja, Rezza y Cocco. Y tantos más...

San Lorenzo es Boedo (y San Juan y Boedo), los mejores carnavales, tranvía, chori al paso, Avenida La Plata, Bajo Flores, la Catedral del básquet, el oro olímpico de Delfo Cabrera y las brazadas acuáticas de Ana María Schultz.

San Lorenzo es el crudo descenso y el desarraigo, el ascenso (emocionante movilización analizada sociológicamente) y la añorada e infinita quimera de la vuelta a Tierra Santa.

San Lorenzo es el Toto Lorenzo, Yudica, Isidro Lángara, Doval y el brasileño Tim. Y tantos más...

San Lorenzo es la hinchada más ingeniosa.

San Lorenzo es Los Matadores y Los Carasucias.

San Lorenzo es las inigualables presencias del Sapo Villar y los inigualables goles de Sanfilippo.

San Lorenzo es el Cuervo, el Santo, el Ciclón.

San Lorenzo es Centenario. San Lorenzo es eterno. De Boedo vengo, ya 100 años tengo...

El Padre Massa, fundador espiritual de esta pasión. (Foto El Glorioso San Lorenzo)



BUENOS AIRES- Voy a contarles una historia. Una historia única, insuperable por la pasión que la sostiene. Seguramente, la que más amor derrocha. No hay ni habrá otra igual. Es para entendidos. Para locos, bohemios, fieles, seguidores, forzosos, santos, creativos, enamorados, militantes, milagrosos, originales, triunfadores, luchadores, emprendedores y soñadores.

Allá por 1907, en el barrio de Almagro, un grupo de purretes se juntaba para jugar a la pelota. Lo hacían en viejos caminos de tierra, rodeada de casas bajas habitadas por humildes laburantes vascos e italianos. Pronto se identificaron como “Los Forzosos de Almagro” gracias a su espíritu combativo y ganador. Luego, un cura salesiano los invitó a la Capilla que él representaba con tal de alejar a los chicos de los peligros callejeros. Gustosamente aceptaron la propuesta del Reverendo Padre. Por consejo del religioso, los jóvenes cambiaron su identificación y, el 1 de abril de 1908, nació el Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Fue el cimiento de un amor que supo expresarse siempre, en las buenas y en las malas. Eternamente.

Llegando a la máxima categoría de la Asociación Argentina de Football en 1915, San Lorenzo, un año después, conoció a su primer amor: Boedo. La novia lo esperaba en Avenida La Plata al 1700 y construyeron una casa de hierro y madera. Aquel tablonerío sirvió para propios y ajenos. El Gasómetro fue el estadio más emblemático y porteño del siglo XX. Ahí mismo, justo cuando en la década del veinte los títulos eran una constante y surgían los primeros fanáticos, San Lorenzo adquirió una prosa e inventiva que trascendió fronteras años más tarde. Boedo, barrio de guapos y poetas, fue cuna de una pasión popular que se expresó con los cantos más pimpantes.

Vestido de azulgrana y apodado como El Ciclón por su supremacía ante los eventuales rivales, San Lorenzo se alineó como el club más grande del país, y en él había representantes de lujo, como un trío al que se lo denominó de oro en 1946. Ellos, con otros cracks más, le demostraron a Europa lo que era San Lorenzo y Boedo. En España jamás nos olvidarán por el antes y después que marcamos en su fútbol. “Esta gira de San Lorenzo ha superado a la que hizo Boca en 1925”, destacaban los medios españoles y portugueses.

Mientras tanto, en casa abundaba la excelencia deportiva. Ninguna disciplina pasaba inadvertida. Todas subían a lo más alto del podio y ponían a San Lorenzo como ejemplo para el resto de las instituciones. No había otro igual. Ni parecida. El combo azulgrana era perfecto: liderazgo deportivo, institucional y social.

En 1959 San Lorenzo y Boedo adoptarían un Nene rebelde, encarador y picante. Su perfección para definir provocó la idolatría de la multitud. Como pasó años después con un Bambino, ese que en treinta minutos hizo desaparecer una tribuna entera de Boca. Y eso que le anularon el quinto ¡Qué Carasucias, Ciclón! Tuvo que bajar el presidente xeneize para pedirnos que paremos con el tiqui-tiqui y así terminar con el papelón. Códigos de familia, ¿No, hijo?

Después llegaron Los Matadores. Un Sapo saltó el Río de la Plata desde el Uruguay cuando nadie lo conocía. Pero hoy no sólo lo conocen todos, sino que también lo aman por llevar el privilegio de ser el jugador que más veces se puso la azulgrana. Con él se rodearon otras figuras que, en forma invicta, ganaron un nuevo título. Parte de la base, acoplada con flamantes estrellas, aumentaron los éxitos a principios de los setenta.

Esa década arrancó bien arriba pero terminó bien abajo. San Lorenzo quedó viudo. Avenida La Plata desapareció y la caída fue dura. El descenso de 1981 casi destruye a la familia. Sin embargo, todos dijeron presentes. Nadie se quedó afuera de la resurrección. Un fenómeno de masas entendió el inicial mensaje, ese que decía “Ciclón, Ciclón, tan solo un año te vamos a seguir, adonde quieras ir…”. Fuimos mucho más que los que se llamaban de Primera. Quedó claro que no hay hinchada como la de San Lorenzo.

En los ochenta fue momento de peregrinaciones. Multitudinarias también. Fieles en todas partes y camboyanos que entendían el mensaje que bajaba desde los tablones. Faltó la corona, pero nunca la gente. Decían que San Lorenzo iba a desaparecer. Qué equivocados estaban… Los Santos venían marchando más que nunca. Con su empuje y entusiasmo le dieron al Ciclón una nueva casa. No hubo ayudas ni prebendas, San Lorenzo solo le demostró al mundo que estaba de pie.

Ahí llegaron nuevas alegrías. La primera después de 21 años. Pero valió la pena esperar esa noche de Rosario, también con una manifestación popular. Fue la vez que más visitantes ingresaron a la cancha de Central. “Vamos Pampa, Vamos…”, son dos palabras en capicúa que hacen imposible olvidar las lágrimas de un Bambino venido a entrenador. Imposible olvidar el regreso, la Panamericana, el festejo, San Juan y Boedo.

En el nuevo siglo hubo más celebraciones. Después que un Ingeniero edifique otra emoción, San Lorenzo se emborrachó con dos Copas. Extraordinario Ciclón sacudió a toda América, aunque luego hubo años vacíos que apagaron los éxitos. Hasta que no hace mucho nomás, menos de un año, los de Boedo se coronaban de nuevo, copando otra vez todas las canchas y desatando una alegría aún incontenible.

Ayer se cumplieron 100 años de esta historia. Colosal por cierto, y que tuvo a miles de próceres. Hoy no están todos los que engrandecieron a esta centenaria pasión, pero siempre está y estará su pueblo. ”Aquí está la gloriosa hinchada de San Lorenzo... La que no tuvo cancha y se bancó el descenso... A pesar de los años, los momentos vividos... Siempre estaré a tu lado San Lorenzo querido. San Lorenzo querido...”, dicen los cuervos varias veces. Cuanta razón tienen...

Forzosos que están en los cielos. Su coraje y pasión no se ha perdido. Se ha multiplicado, convirtiéndonos en la familia más pasional del planeta con fieles por todos lados. Felicitaciones por haber iniciado valientemente esta locura llamada San Lorenzo de Almagro. Hoy millones se lo agradecen mientras el Padre Massa nos hace un guiño desde el cielo.

Nota: Román Perroni

Cinco a uno sobre un encumbrado Tigre, un show de goles de visitante. Tres goles de Menseguez, uno de Torres y el otro de Bilos.

El Cuervo sigue de festejos: con un Menseguez lúcido, se abusó de un rival espantoso en defensa. Quiere la Copa, pero al Clausura ya lo mira con cariño.



Es fuerte el centenario de San Lorenzo: Tigre, advertido de que recibía al cumpleañero en su casa, le regaló un partido.

Como buen anfitrión, lo mantuvo entretenido durante mucho tiempo, inclusive con el 1-5 consumado, porque con diez mantuvo la pelota y no la manejó mal. Le faltó la contundencia que le sobró a su invitado, pero en el juego, aquel equipo revelación en el Apertura, aun perdiendo 2-0, se sabía superior en igualdad numérica. La clave: no cambió su fisonomía de equipo británico que sólo se permite poner la pelota por los aires en un cambio de frente o en un centro al área cuando hay no menos de dos receptores en el área. Pero le duele la ausencia de Lazzaro.

Así, el que 11 contra 11 jugó mejor, se comió un golpe que duele, pero que no debería dejarle huella, porque incluso forzó a que Ramón, con uno más, reacomodara la defensa para que Aguirre, original sabueso de Ayala, bajara para armar la línea de cuatro.

La diferencia se estableció en breves lapsos, segundos apenas, los que se consumieron en los tres primeros goles de San Lorenzo, dos de ellos necesariamente acompañados por los horrores de Tigre. Menseguez cumplió con el sueño del adolescente: llegar a tres en su primera vez. Genial en el primero, con una vaselina, en los siguientes tuvo ayudita: en el segundo, Blengio se aturdió con los 200 partidos y le regaló el mano a mano. Y en el tercero, Galmarini cerró su negra faena con un inexplicable penal: codazo en el área en una jugada que, como peor consecuencia, podía generar un lateral para el rival.

San Lorenzo llegó al 4-1 (el descuento de Giménez fue un vientito) jugando en las antípodas de Tigre: tres pelotazos a Menseguez (dos, casi asistencias de Orión). Claro, es difícil ponerse en contra de un 5-1, pero Ramón debe saber (como buen zorro) que no siempre va a encontrar un equipo regalón como Tigre, que le abrió las puertas de su defensa a los cascotazos que venían de enfrente. D'Alessandro, que ayer entró con todo resuelto, es capaz de atar todos los cabos del Ciclón en el juego: Alvarado metía pausa, Rivero velocidad y barullo, Aureliano toque lateral y hacia atrás y Bilos traslado insípido. Eso, todo inconexo, fue el medio cuervo, a tal punto que la mejor jugada, la del quinto, fue de Méndez y Emiliano...

Casi sin querer, elaboró la mayor goleada del año. Y casi sin querer, porque su gente cantó por la Copa hasta en el entretiempo, se metió en la pelea casera. Argumentos tiene; ayer, aun goleando, los guardó.

Nada que perdonar, aprovecha que estoy en onda paz y amor :suicida: o como coño se le quiera llamar a esos momentos de estupidez mental :lepe:

Sí, cien años llenos de gloria, es verdad que tenemos solo dos copas internacionales pero llevamos millones de gargantas gastadas de goles y canciones y gritos pelados por los colores más hermosos del mundo, los colores del corazón, la azulgrana!!!! :undiente:

Y sí, cabrón, se trata de sentimientos que solo tenemos en el pecho quienes aman a su club... a que sí!!!!

SAN LORENZO 3 - CARACAS 0

Ciclón de goleada

El equipo de Ramón necesitaba ganar para clasificar a octavos y lo hizo con goleada incluída. Bergessio, Rosales, en contra y Silvera hicieron los tantos de los de Boedo, que esperan rival. La gente copó el Nuevo Gasómetro y ya se ilusiona con alzar la Copa Libertadores.

Berguessio y el primero gol de la noche.